Presentación
Aunque las características de la casa condicionarán algunas decisiones, las arquitectas señalaron que varias aportaciones en el proceso participativo ya se están aplicando a las obras de la casa.
Se han realizado tres sesiones de trabajo para decidir la organización interna de Emakumion Etxia de Oñati y fruto de ello ha sido lo presentado el miércoles en el Topagunea de Eltzia. El equipo de arquitectas de Juntura ha sido el encargado de recoger todas estas aportaciones y trasladarlas a los planos y, como se explicó en la presentación, han elaborado un anteproyecto abierto y flexible. "No hemos adaptado cada espacio a una actividad. Hemos pensado qué características deberían tener todas las actividades que se pueden dar y, en consecuencia, hemos pensado los espacios", explicaron las arquitectas Maite y Edurne, de Juntura; "de esta manera, cada espacio no está ligado a una sola actividad, a través de muebles, cortinas y otros recursos móviles y flexibles, el mismo espacio puede tener diferentes usos".
En la casa ahora se están realizando labores de estabilización, se ha desmontado toda la estructura y cubierta de madera interior. "Y al hacerlo y cuando se han hecho las dataciones, han salido piezas singulares desde el punto de vista patrimonial. Por ello, estas piezas tendrán presencia en el resultado final. Es una joya que tengamos algo así, es importante ponerlo en valor y mantener el patrimonio. Dependemos del edificio pero era un reto que teníamos desde el principio", explicaron las arquitectas.
Así las cosas, Juntura presentó un proyecto abierto y vivo. Para que no se limiten las necesidades que generará el uso y que lo puedan decidir las propias mujeres que lo van a utilizar, una vez que la casa esté en marcha.
La división interna ha cambiado poco desde la última sesión de trabajo. Cada planta tendrá diferentes grados de privacidad. En el lado de Kale Zaharra se plantean acciones con mucha visibilización, la planta baja tendrá espacios públicos y el edificio se relacionará con la calle. Se ha acotado lo menos posible la planta baja para que sea un espacio agradable para crear relaciones. Habrá un espacio de recepción, unas gradas para hacer el cambio de altura de la casa, una pequeña cocina con un gran mueble móvil, servicios... Como se ha mencionado anteriormente, la casa tendrá dos puertas. Entrada principal por Kale Zaharra y más privacidad por Aita Madina.
Las plantas primera y segunda se han replanteado desde la propuesta inicial, teniendo en cuenta las aportaciones de las oñatiarras en el proceso. Así, al espacio bajo cubierta, por su luminosidad agradable, se le quiere dar un mayor uso, será un espacio para la creación y en la primera planta se ubicarán dos oficinas para diferentes servicios. En esa primera planta habrá otra gran sala para diferentes usos.
En las sesiones de trabajo del proceso participativo, varias mujeres han tomado decisiones y en la presentación de ayer tuvieron la oportunidad de compartir el proyecto con mujeres que asistían por primera vez. Sin embargo, Farapi realizó un ejercicio especial al final de la sesión para "detectar ausencias". Es decir, analizar qué grupos de mujeres, qué voces faltan en este proceso y pensar cómo podemos llegar a ellas o que su voz esté presente en el proceso.
Escucha aquí la entrevista de Oñati Irratia.